Mi pieza de anclaje.
Mío y de nadie, ni tan siquiera mío.
Mi gran gran soporte y mi asevero constante.
Llegas a donde no llego, o lo intentas al menos. Tu sangre tranquila me exaspera y me mantiene cuerda al mismo tiempo.
Mi gran gran soporte y mi asevero constante.
Mi acogedora casa ambulante, miro desde tu ventana mis ventanas, desde tu puerta camino y a tu puerta regreso.
ENLACES
viernes, 25 de mayo de 2007
ESPECIE EN VÍAS DE EXTINCIÓN
martes, 22 de mayo de 2007
PACIENTE PRECOZ
viernes, 18 de mayo de 2007
MILENE DOMINGUES A LA ESCUCHA
He tenido la oportunidad de charlar con Milene, la he conocido a través de mi sobrina ya que juegan en el mismo equipo. El domingo pasado se ha jugado un partido contra la violencia machista. Dulzura y una gustosa seriedad. Eso es lo que me ha transmitido. Responsable de su popularidad y serena en el caos, tan mimetizada como le es posible. He conocido a un lucero. |
UNA TETA ES UNA TETA
Cuando estaba ingresada en el hospital, la noche antes de mi operación, recordé la más increíble de las sensaciones que he vivido; la de amamantar.
Es indescriptible lo que se siente...
Un día estaba duchándome, mi bebé estaba en la cuna, ya casi le tocaba comer. Oí su queja en la distancia y casi al instante brotó de los pezones el "aguita de coco".
jueves, 17 de mayo de 2007
PODEROSA RECONSTRUCCIÓN
lunes, 14 de mayo de 2007
LA CULTURA DEL CABELLO
Es innegable, el pelo adorna muchísimo. Desde el principio de los tiempos, salvo los egipcios que por higiene se rapaban y usaban pelucas de lino, el cabello ha sido y será un importante ornamento humano. De la importancia del aspecto de nuestro cabello surge una industria preparada para todas las necesidades, melena larga, corta ó teñida, muy lisas ó rastas, todo vale para resaltar uno de los rasgos físicos que más nos definen. A la mayoría de las personas nos preocupa nuestra imagen y el pelo aquí es definitivo porque puede enmarcar nuestras facciones, disimularlas e incluso esconderlas parcialmente, hay quién se oculta tras un espectacular flequillo, hay quién nunca se lo recoge porque descubriría sus orejas de soplillo. Yo he visto llorar a una amiga mientras le cortaban su larga cabellera trenzada y a muchos hombres con la raya en lugares imposibles para ocultar sus entradas. No puedo evitar la sonrisa al pensar en todo el mimo que prodigamos a nuestras melenas mientras con tanta crueldad nos arrancamos los pelos de las ingles.
Fue lo más difícil, al menos al principio, no es porque sí la fama que tienen los chiquillos, su lógica aplastante y natural y la perspicacia de sus sentidos. Cuando decimos que los críos lo captan todo es cierto y lo archivan a su manera. Cuando se les dice una mentira no tardan en encontrar la pieza que no encaja y algo que hiciste para protegerlo le puede dañar al final; _.Daniel, este verano no tendré pelo en la cabeza._ Su sonrisa me descoloca, lo ha tomado como una broma, entonces yo también le sonrío y le digo que es verdad y como se ha distraído con algo, decido dejarlo ahí. _.No quiero_. Me dice al día siguiente. _.No quiero que te quedes sin pelo_. |
Entonces le expliqué lo mejor que pude que estaba enferma y que los médicos, para curarme, tenían que darme una medicina que haría caer el pelo, pero que cuando terminase el verano volvería a salir otra vez. Desde luego, no quedó muy convencido, tuve que sacar las fotos de cuando él era bebé, su primer rapado de cabeza. Acordamos entre risas que si yo le quería tanto y me parecía tan lindo incluso sin pelo tal vez el podría hacer un esfuercillo.
Ja...
_.Mira hijo, si no quieres verme sin pelo, no me verás, siempre llevaré un gorro en la casa ¿vale? pero para dormir me lo quitaré._ (era una racha en la que no había día que no despertase a mi lado).
_.¿Te vas a quitar ya el pelooooo?
Y cuando terminé;
_. ¿Te lo has quitado yaaaaa?._
Y al rato, desde la otra punta de la casa;
_.¿Te has quitado el gorroooooo? ¡Mamáááááá, no te quites el gorroooooo!
Yo pensaba que no podía haberlo hecho peor, recordé que siendo pequeña, a mi hermano el mayor que siempre lucía un luck Sandocán, le dio por raparse entero para fortalecer el cabello.
Nadie consiguió sacarme de debajo de la cama en toda la tarde, aquél no era mi hermano, el se reía a mandíbula partida y yo me moría de miedo ahí debajo. Fui a la habitación de Daniel a arroparle y le dije que esa noche dormiría con el gorro puesto, por si quería visitarme de madrugada...
Me despertó con su abrazo.
_.¿Estás calvita mamá?._
_.Sí._
Estuvo así un rato, pensando, luego puso las manitas entre el dichoso gorro y las sienes, lo deslizó suavemente hacia atrás hasta desnudar mi cabeza por completo y me miró con las cejas alzadas y media sonrisa.
_.¡Pero mamá! Si estás muy guapa._
Ese día el agua de la ducha se deslizó por mi craneo desnudo como nunca lu hubiera hecho y mi hijo y yo decidimos que compraríamos pañuelos de algodón y los estamparíamos a mano.
Puedo decir, que mostró decepción cuando por fin empezó a asomar mi pelo...
¡LOS CRÍOS SON LA BOMBA!
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Dirigido principalmente a pacientes con cáncer de mama Lunes de 09:30 a 11:30 Miércoles de 18:00 a 20:00 Sábado de 11:00 a 13:00 Preguntar por Lola 647 51 11 23 ave.roja@hotmail.com
"UNA DOLA TELA CATOLA"
De lo mucho ó lo poco que se sabe acerca del cáncer lo que creo que está claro es que nunca se puede dar algo por seguro, porque en muchos casos las pistas son contradictorias.
Puede que tu abuela, tu madre, tu tía y tu hermana tengan cáncer de mama y aún así, hay posibilidad de que nunca te toque a ti.
En mi familia no había ningún antecedente de cáncer de mama, aunque uno de mis hermanos está luchando contra uno de próstata. El caso es que mientras esperaba los resultados de mi biopsia, aunque tuve tiempo de imaginar de todo, en el fondo pensaba que no me tocaría a mí, que me dirían: "Solo ha sido un susto señora, vallase a su casa y sea feliz el resto de su larga vida".
Mira por donde que sin entrar en "el grupo de riesgo", por mi corta edad y falta de antecedentes, me tocó.
He sido una persona más bien fiestera, de las que se apuntan a un bombardeo. A menudo he castigado a mi pobre cuerpo con costumbres insanas, con lo cual y al no poder culpar a una herencia genética, me reproché hasta el delirio todos y cada uno de mis desfases.
Creo que es lo primero que hacemos, culparnos, pensar en lo que hicimos mal, pero no depende de nosotros. Hay personas que siempre se cuidaron muchísimo, que no probaron jamás el tabaco y les ha tocado pelear contra un cáncer de pulmón ó de estómago.
¡YO NO TENGO LA CULPA DE MI CÁNCER!